Ir al dentista con regularidad tienen muchas ventajas desde la prevención y el tratamiento de enfermedades bucales. La salud bucal es uno de los principales factores que contribuyen al bienestar del ser humano, los dientes además de ser las principales herramientas para degustar comida, son una carta de presentación.
Según la FDI o Federación Dental Internacional es la voz mundial que recomienda ir a consulta cada seis meses. Sin embargo, el sistema de vigilancia epidemiológica de patologías bucales (SIVEPAB) a través de una encuesta reveló que el 30% de la población acude solo una sola vez al año por sentir alguna clase de dolor.
¿Por qué acudir al dentista?
Es importante acudir al dentista periódicamente por algunos beneficios que detallamos:
- Tener una boca limpia y encías sanas reduce en un 13% el riesgo de derrame cerebral.
- Asegurar una correcta salud bucodental, lo que ayudará a evitar problemas gastrointestinales o de estómago. Unos dientes sanos garantizarán mejores digestiones y salud gastrointestinal
- Desde que comienzan a salir los dientes es recomendable llevar a los niños al dentista al menos 2 veces al año.
- El embarazo provoca cambios hormonales en las mujeres y hace que aumente el riesgo de padecer determinados problemas dentales como la gingivitis
- Los problemas de encías duplican el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer, males respiratorios crónicos, diabetes y obesidad.
- La detección precoz de enfermedades dentales permite iniciar un tratamiento temprano, mucho menos costoso y mucho más rápido que cuando el problema se detecta en una fase más avanzada.
- El bruxismo puede causar pérdida ósea y desgaste excesivo de los dientes. También puede destruir prótesis, coronas, restauraciones e incluso llegar a generar algún tipo de enfermedad periodontal. Es muy fácil de corregir y no causa ningún dolor.
- Los dientes se pueden poner muy sensibles cuando su protección natural, el esmalte, desaparece por caries, fracturas, rajaduras, retracción de la encía que deja la raíz al aire o cualquier otra causa. Tomar alimentos muy fríos o calientes puede resultar muy doloroso. No es justificable seguir sufriendo si el tratamiento es simple, rápido y económico.
- Los problemas de encías aumentan el riesgo de neumonias y otros problemas respiratorios.
- La falta de una buena higiene oral puede hacer la diabetes más difícil de controlar.
- Tu sonrisa no es sólo tu carta de presentación al mundo, sino también uno de los pilares de tu autoestima.
- Las enfermedades de las encías aumentan hasta en un 50% la posibilidad de aparición de cáncer de riñón o páncreas.
- Algunos hábitos de la infancia como el uso prolongado del chupete, chuparse el dedo o dormir con la boca abierta en niños mayores de 3 años, se relacionan con malas oclusiones, incorrecta relación entre huesos maxilar y mandibular, mordida abierta anterior o mordidas cruzadas posteriores, siendo estas últimas las más graves.
- La halitosis puede indicar enfermedades, la boca es un caldo de cultivo de bacterias. El cepillado correcto de los dientes, como lo indica el dentista, y completar la higiene bucal con una adecuada limpieza de la lengua de al menos una vez al día, pueden solucionar el problema.
- La aparición de manchas o dientes amarillentos puede deberse a una mala higiene, al tabaco, al alcohol o al consumo excesivo de dulces. Es importante combatir la causa para poder realizar un blanqueamiento más duradero.
- Los ronquidos son un peligro serio, porque varias veces en la noche se corta la respiración (apnea). La intervención de un odontólogo que conozca los más recientes dispositivos anti ronquidos, puede mejorar la calidad de vida.
- Muchos problemas de salud pueden hacerse evidentes en la boca, como la osteoporosis (la pérdida de la densidad ósea puede afectar tu dentadura), ciertos tipos de cáncer y desórdenes de la alimentación.
- Si dientes y encías son armónicos la sonrisa es hermosa. Si se muestra demasiada encía la sonrisa lo sufre. Algunas intervenciones del odontólogo, a veces muy sencillas, pueden restablecer la proporción remodelando los dientes o reduciendo las encías visibles y alargando los dientes cortos.
- No confíes en tu intuición para descubrir si tienes caries o no. Por cada caries que puedes ver hay una o dos más, invisibles para ti.
- Una buena salud dental puede aumentar tu esperanza de vida en 6 años.
- Mantén tus dientes sanos durante mucho más tiempo. Tu dentista puede realizar limpiezas dentales mucho más a fondo para complementar tu higiene bucal doméstica.
- Dale un buen ejemplo a tus hijos. Fomentar desde edades tempranas los hábitos saludables y las visitas frecuentes al odontólogo ayudan a crear una imagen positiva del dentista, previenen miedos futuros y nos permiten anticiparnos a los problemas dentales que estén por venir.
- Si tenemos defectos como dientes mal formados, manchados, fracturados o problemas hereditarios, hoy en día el odontólogo puede solucionarlos. El resultado será igual al de un diente natural y el color será elegido de acuerdo con los dientes de cada paciente.
- Cuando existe dolor es porque hay un problema, es una señal de alerta del organismo. Puede venir de caries no curadas que llegan al nervio, fracturas de dientes debilitados, problemas de encías, dientes sin salir, prótesis fracturadas o traumatismos. El odontólogo identificará rápidamente la causa del dolor.
- Para que la masticación se realice correctamente, es importante la presencia de todos los dientes, bien posicionados, sin traumas de articulación, sin dolores de caries o de las encías por sarro, sin interferencias en el proceso masticatorio, sin sobrecargar el estómago con funciones para las cuales no fue desarrollado.
- Se pueden producir muchas complicaciones vinculadas a enfermedades bucodentales. Las enfermedades crónicas de las encías pueden originar endocarditis, anginas de pecho, obstrucción arterial y partos prematuros.
- Cuando se produce la pérdida de un diente hay que evitar el desgaste de los dientes vecinos, por lo que es recomendable reponer la pieza perdida con un implante. Sobre el implante se pondrá una corona exactamente igual al diente perdido y el caso quedará resuelto.
En la boca se pueden manifestar más de doscientas enfermedades, locales u originadas en diferentes partes del cuerpo. Por la atenta observación de sus manifestaciones, el odontólogo puede colaborar con el médico y con el paciente en el diagnóstico de una enfermedad.